NUESTRAS CREENCIAS (resumidas)

lunes, 30 de julio de 2007

Proyecto de Ley contra la Discriminación

El actual proyecto de Ley -que ya pasó la cámara baja- es una muy buena iniciativa de este gobierno. Sin embargo nos parece que el punto referido a la aceptación de la práctica homosexual en este proyecto nos ocasionará un problema a quienes predicamos que para volverse a Cristo hay que renunciar a este estilo de vida, así como aquel que siendo heterosexual debe abandonar la promiscuidad también.

La Biblia no discrimina los derechos de ningún homosexual o de alguna otra minoría en Chile u otra latitud del vasto universo. Pero su mensaje es un firme llamado a abandonar la vida basada en hedonismos temporales y convertirse al modelo de amor y caracter de Cristo el Señor.



Los evangélicos hemos sido -y seguimos siendo- discriminados, y también corremos el riesgo-así como en el año 333 d.C. con Constantino- de volvernos de perseguidos a perseguidores. La Biblia dice que si somos vituperados por causa del Evangelio seremos benditos y tendremos un mayor galardón en los cielos (Mateo 5), pero a nuestros conciudadanos les queremos decir francamente que esta ley más bien parece ser un traje a la medida, que un honesto intento de garantizar los derechos de todos en nuestro país.



Señores Diputados y Senadores: "Los Evangélicos Bautistas decimos que Dios ama al pecador pero no ama el pecado, y la práctica homosexual-así como el robo, los homicidios, las envidias, la ira, y otros más- son un pecado que provoca la degradación y destrucción humana". Por lo tanto no podemos llamar bueno a lo que destruye y mata. Personalmente me preocupa que la sociedad acepte -mediante leyes- la práctica homosexual debido a que esto atenta contra la familia, la cual es el centro de la sociedad.

En todo caso, aunque la ley garantice los derechos que pelean los homosexuales, no significa que eso sea bueno. No todo lo que la ley acepta es bueno, creo que nuestro parámetro para medir si algo es bueno o malo, o menos malo, debe ser la ética y principios de Jesús. Muchas veces él se enfrentó a los temas polémicos con mucha misericordia pero con firmeza. A María Magdalena no la condenó por ser prostituta, pero le exhortó amorosamente a terminar con aquella conducta.


Nos parece que el tema de la homosexualidad debe ser tratado pastoralmente desde la emocionalidad para comprender a las personas que realizan esta práctica, de manera tal que libre y voluntaria acepten vivir una nueva vida en Cristo, asegurando así un respeto y un eficiente asesoramiento espiritual a quienes desean vivir de cara a la Cruz de Cristo.



Pastor Miguel Lineros A.

Lea más acerca de la discriminación gay en http://www.gaychile.cl